Omega 3

 

El problema del Omega-3 es que todos los aceites de pescado están contaminados (PCB, dioxinas ® carcinogénesis y metales pesados). Conviene ver en Internet   ¾ www.ifosprogram.com ¾ la pureza del producto que tomemos (w-3), por ver si cumple las normas ISO, de calidad de fabricación, y las IFOS, que nos indica la pureza del producto acabado, y debe ser obtenido del pescado por destilación molecular y mejor si es pequeño (como la sardina) porque, al vivir menos tiempo que el grande (por ejemplo, la foca), se parte ya de menor contaminación.
El ácido docosahexaenoico (DHA), que es un ácido graso poliinsaturado w-3, tiene tres efectos principales: sobre la visión, sobre la función hepática y sobre el desarrollo pondoestatural del infante. Antes de nacer el niño necesita DHA para que las células del cerebro y de la retina se desarrollen correctamente. Los niños prematuros están básicamente afectados por la deficiencia de este ácido graso. Con el DHA las transaminasas y la a-fetoproteína se normalizan antes de un mes, mejorando el tono muscular en las enfermedades peroxisomales, así como la mielinización, al aumentar la mielinogénesis.
El EPA, ácido eicosapentanoico, es otro tipo de Omega 3, un ácido graso esencial activo que permite la producción de más eicosanoides “buenos” y menos eicosanoides “malos”. El equilibrio óptimo en la concentración de ellos ¾ doble de EPA que de DHA ¾ en forma de suplemento alimentario, controla favorablemente la presión sanguínea, los procesos inflamatorios, la vascularización, el mecanismo de coagulación, el asma, las alergias, etc.
Las personas sanas necesitan 2.5 g/día de aceite de pescado, Omega-3, porque se ha podido comprobar que en los países industrializados somos portadores en sangre de niveles excesivos de Omega-6 y muy bajos de Omega-3, porque los w-6 reducen la capacidad del cuerpo para sintetizar EPA y DHA, por lo que se hace necesario su aporte a través de la alimentación.
La migraña es una enfermedad extremadamente inusual entre los inuits, la población esquimal de Groenlandia, por efecto vasodilatador de los w-3. Puede tratarse al menos con 2,4 g al día de aceite de pescado  (w-3) durante 3 meses.
En la artritis reumatoide con un aporte diario de 2.6 g de omega-3 durante 12 meses demostró mejoría de los síntomas a partir del tercer mes, además de permitir una reducción de la medicación antirreumática. En la actualidad se aconsejan dosis mucho más altas, al menos 6 g diarios.
En la Depresión bipolar y en el estrés con ansiedad, se usa 9.6 g de aceites de pescado (w-3) y mejora espectacularmente.
Una persona con propensión de Alzhemer, si la PCR está elevada tiene 300 veces más riesgo de padecerlo está indicado el omega-3 , y dosis muy altas (10 g diarios) pueden disminuir la demencia.
En cardiopatía se necesita más dosis que en personas sanas de w-3 y en dolores crónicos aún más. Después de tomar 2 meses 6.4 g diarios de w-3 comienza a mejorar la artritis.
Para bajar los triglicéridos hay que tomar 3-4 g diarios de w-3.
En la Depresión bipolar, se usa 9.6 g de aceites de pescado (w-3) y mejora espectacularmente.
Cuando se toma aceite de pescado es necesario tomar también antioxidantes, por ser los omega-3 ácidos grasos poliinsaturados con capacidad de generar muchos radicales libres. Lo  mejor es tomar en las comidas aceite de oliva virgen de primera prensa en frío como condimento ¾ por ejemplo, en ensaladas ¾ o, como alternativa, 200 mg de Vitamina E al día.
La dosis a la que debemos emplear los aceites de pescado (w-3), para controlar la inflamación (cáncer, ataques cardiacos y Alzheimer) y el dolor silente, es proporcional al ratio AA/EPA. El gran milagro es que altas dosis de aceites de pescado pueden controlar este ratio.
El w-3 estimula la producción de la enzima Delta-6-Desaturasa (D-6-D), que condiciona el paso metabólico que favorece que se produzca la Prostaglandina E1 (PGE1) a partir del Ácido Dihomogammalinolénico (DGLA). Mientras que la enzima Delta-5-Desaturasa (D-5-D) activada por la Insulina favorece el paso del DGLA a AA. Por eso no debe tomarse w-6 (LA, GLA y DGLA) sin asegurarse de tomar altas dosis de w-3, porque podemos incrementar los niveles de AA con sus metabolitos, los eicosanoides “malos”.
La comida ideal es la que es capaz de controlar la actividad de la enzima Delta-5-Dexaturasa (D-5-D) y favorece la actividad de la Delta-6-Desaturasa (D-6-D).
La D-6-D se inhibe mediante el ácido a-linoleico (ALA), el único w-3 que procede de vegetales (principalmente del lino). Por lo cual hay que tomar precauciones con el ALA (aunque es un precursor del EPA) y de las semillas de lino.
Con tomar harina de avena de 3 a 5 veces por semana, nos aseguramos de estar injiriendo la dosis de GLA (ácido g-linolénico) adecuada. Si añadimos a la dieta complementos ricos en GLA, la proporción entre GLA y EPA debe ser aproximadamente de 50 a 100 veces más de EPA.
Factores que disminuyen la actividad de la delta-6-Desaturasa (D-6-D):
1.         El envejecimiento
2.         La dieta: ALA y ácidos grasos trans
3.         Enfermedades: infecciosas y sobre todo virales.
4.         Hormonas relacionadas con el estrés: cortisol, adrenalina
El envejecimiento, las enfermedades cardiocirculatorias, las artropatías, dermatitis atópica, cáncer y la mucoviscidosis, entre otras, están relacionadas con el desequilibrio o deficiencia de eicisanoides; tal vez por la reducción o ritmo más lento, según los casos, de D-6-D. La dieta favorable a la Zona acelera la actividad natural de la D-6-D, incluso en viejos.
En 30 días tomando w-3 cambiamos la ratio AA/EPA, con lo cual hemos mejorado las perspectivas de salud.
En las personas que estén en tratamientos con antiagregantes plaquetarios como las warfarinas o la aspirina debe monitorizarse el tiempo de tromboplastina si a la vez toma w-3. Las personas hemofílicas y las que estén en período preoperatorio debe evitar su consumo.
El ajo y el ginkgo pueden potenciar su efecto antiagregante plaquetario.
La ratio de los ácidos grasos saturados Esteárico (muy bueno)/Palmítico (muy malo) ??? nos indica un riesgo de cáncer cuando es superior a 2.
Otros perfiles analíticos que conviene investigar son Triglicéridos/HDL-Colesterol, lo ideal es que sea inferior a 2, que es el mejor indicador de un buen estado de salud ¾los niveles elevados de triglicéridos en sangre son más peligrosos que el colesterol LDL para los problemas del corazón¾; Insulina en ayunas, óptimo menos de 10 m unidades/mL. La mejor señal que nos hace detectar un problema coronario y un eventual ataque cardiaco es la hiperinsulinemia.
A todos estos análisis, muchos recomendados por Sears, para ver como están los eicosanoides proinflamatorios, la capacidad de  producción de insulina, el riesgo de cáncer, etc., y se  llaman Perfil Zona.
La PGE1 es el prototipo de eicosanoide bueno. Es el más eficaz por sus efectos: antiinflamatorio, vasodilatador (el 50% de los ataques al corazón ¾angor¾ son causados por vasoespasmo), antihipertensivo, regulador de los eicosanoides proinflamatorios (malos), madurador del sistema inmunológico, antiagregante plaquetario, favorecedor de la capacidad de deformación de los hematíes para poder pasar por el capilar que es más estrecho que él. Otro efecto de la PGE1 es disminuir en el estómago la producción de ácido clorhídrico, por lo que también hace mejorar la Enfermedad del Reflujo Gastroesofágico (hernia de hiato) y evita la úlcera de estómago.
El w-3 estimula la producción de la enzima Delta-6-Desaturasa (D-6-D), que condiciona el paso metabólico que favorece que se produzca la Prostaglandina PGE1 a partir del Ácido Dihomogammalinolénico (DGLA). Mientras que la enzima Delta-5-Desaturasa (D-5-D) activada por la Insulina favorece el paso del DGLA a AA. Por eso no debe tomarse w-6 (LA, GLA y DGLA) sin asegurarse de tomar altas dosis de w-3, porque podemos incrementar los niveles de AA con sus metabolitos, los eicosanoides “malos”. La prevalencia del consumo de w-6 sobre el de w-3, como son dos grupos de sustancias que compiten por los mismos enzimas y receptores en nuestro organismo, puede facilitar los procesos inflamatorios y arterioscleróticos.
El ácido linoleico (AL), pertenece a los w-6, muy abundante en los alimentos, es trasportado por las lipoproteínas de baja densidad (las del colesterol malo). Las células con D-6-D convierten el AL en GLA (ácido gammalinolénico), que raras veces se encuentra en los alimentos, excepto en la leche humana sobre, todo, y en la harina de avena.
Con tomar harina de avena de 3 a 5 veces por semana, nos aseguramos de estar ingiriendo la dosis adecuada de GLA (ácido g-linolénico), w-6 precursor del DGLA. Si añadimos a la dieta complementos ricos en GLA, la proporción entre GLA y EPA debe ser de 50 a 100 veces más de EPA.
La D-6-D se inhibe mediante el ácido a-linoleico (ALA), el único w-3 que procede de vegetales (del lino). Por lo cual hay que tomar precauciones con el ALA (aunque es un precursor del EPA) y las semillas de lino. Se estima que se necesita una ingesta diaria de ALA (ácido a-linolénico C18:3), de 3-4 g diarios (1 cucharadita de aceite de lino) para obtener una equivalencia de 0.3 g de EPA (C20:3), para lo que se precisa D-6-D hasta convertirse en ácido estearidónico y luego éste se puede convertir en EPA. Pero el aceite de Echium que además de su acción directa estamos en un escaño posterior a la acción de la D-6-D.
El aceite de Echium (o de “viborera”) es rico en ácido estearidónico (C18:4). La formación en EPA a partir de este es dos veces más rápido que a partir del ALA. Paralelamente al incremento de AA se reduce la concentración de estearidónico, que altera la oxidación endógena del AA, bloqueando la vía de síntesis de los eicosanoides inflamatorios., y que esta competencia puede afectar disminuyendo la agregación plaquetaria, de forma similar a como lo hace el EPA. El aceite de Echium puede ser un buen sustituto del aceite de pescado en personas que presentan intolerancia a estos. Sobre todo detectadas en los test sanguíneos de intolerancia alimenticia.
La FDA, en los EEUU, ha reconocido la importancia del incremento del consumo de EPA y DHA, en un mensaje en noviembre del 2000, por la importancia de estos en la reducción del riesgo de enfermedad coronaria.
La PGE1 es el prototipo de eicosanoide bueno. Es el más eficaz por sus efectos: antiinflamatorio, vasodilatador (el 50% de los ataques al corazón ¾angor¾ son causados por vasoespasmo), antihipertensivo, regulador de los eicosanoides proinflamatorios (malos), madurador del sistema inmunológico, antiagregante plaquetario, favorecedor de la capacidad de deformación de los hematíes para poder pasar por el capilar que es más estrecho que él. Otro efecto de la PGE1 es disminuir en el estómago la producción de ácido clorhídrico, por lo que también hace mejorar la Enfermedad del Reflujo Gastroesofágico (hernia de hiato) y evita la úlcera de estómago.
D-6-D Þ Glucagón Þ Eicosanoides buenos (PGE1)
D-5D Þ Insulina Þ AA Þ Eicosanoides malos