Peeling

 

Superficiales: Aplicamos distintas capas de sustancias decapantes, como un sandwich, hasta que aparece la “escarcha”, o frosting, que nos indica que estamos quemando el dermis superficial. Hasta ese momento es absolutamente aceptable cosméticamente porque no aparecen costras y no se precisa baja laboral.
 
Según el uso que queramos darle emplearemos un decapante u otro. Si desamos actuar en el acné o en dermatitis seborreicas preferimos usar sustancias liposulubles, que atacan sobre todo a las glándulas de sebo, como el écido salicílico al 30%. Si lo que deseamos es tratar manchas pigmentadas de cloasma o melasma preferimos usar acido kójico o ácido kójico con hidroquinona. Si buscamos un efecto contra las arrugas superficiales es mejor usar además la solución de Jessner, resorcina o ácido glicólico.
 
Para tratar las hiperplasias sebáceas, asociamos al peeling la crioterapia.
 
Medios: Para arrugas de mayor consistencia y generalizadas. También lo usamos en una de las fases del tratamiento de cicatrices del acné (ver Cicatrices de acné). Es preferible usar como decapante el Ácido Tricloroacético (TCA) al 25-35% en el
medio del Easypeel.
 
Profundos: Usamos aquí el Molding-lip (para las arrugas verticales del labio superior, “en código de barras”) y el Molding-contour (para las arrugas del párpado inferior). Son una variedad diluída del peeling de fenol, que permite hacerlo ambulatoriamente y con un resultado excepcional; realmente “plancha” la zona
tratada.